Mandilón!

Les pido perdón. No he podido subir aquí por la escuela. Pero aquí está una de parte de la Graciela. Dios les bendiga.


Para nosotros el significado de la palabra “Mandilón” es diferente al real y un poco fuerte, por lo tanto lo vemos mal, pero mandilón en sí, significa cobarde; así que no sólo es hombre mandilón el que deja que su esposa o familia entera lo manden sino el que obedece por temor (palabra o término que se puede aplicar también a las mujeres).
También puedes ser mandilón por miedo a que los que quieres te dejen y quedarte sólo, y aquí entramos al punto que quería llegar: Donde se juntan el TEMOR y el AMOR. Dos palabras muy fuertes que pueden mover al mundo; más si en lugar de únicamente estar juntas, están fusionadas, por eso es que nace el temor en el ámbito espiritual.
Si hablamos del temor en el mundo espiritual, hablamos del “miedo reverencial y respetuoso que se debe tener a DIOS”, ese miedo a hacer algo que no le agrade y se aleje de ti, el temor a vivir sin ÉL por toda la eternidad después de haberle conocido una vez y haber experimentado su divina presencia en tu vida. El miedo que te da fallarle porque sabes que sin ÉL las cosas no son las mismas ni iguales y que mucho menos podrán ser mejores.
Hay que ser diferentes a las demás personas que nos rodean, para que ellos puedan ver la diferencia en nuestras vidas, tenemos que aprender a dejar todo y seguirle, porque si no lo hacemos nos dirá lo mismito que le dijo a Pedro en Mateo 16: “!Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de DIOS, sino en las de los hombres”; así que mejor sería que nos dijera esto que le dijo a sus discípulos: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará”.
Así que, mejor nos es ser unos mandilones para el SEÑOR JESÚS y servirle con humildad, que unos machotes mexicanos para satanás, llenos de ego, odio y rencor.
Y no necesariamente me refiero a dejar toda nuestra vida para servirle solamente o aislarnos, sino a obedecer su palabra y demostrar nuestra mandilaría obedeciéndole en todo lo que nos diga y haciendo su voluntad cada día.
Por lo tanto, ¿tú quieres o no, ser un mandilón de CRISTO? Hay que atrevernos, ¿qué no?
¡¡¡¡¡¡¡HAY QUE SER MANDILONES PARA EL SEÑOR!!!!!!!